Dentro de las costumbres que vale la pena mencionar, que han desaparecido tenemos: La partesana, o la danza del Macho Ratón. La Feria de todos los Santos, el juego de bolas que se realizaba solamente en el barrio Los Ángeles, específicamente en el poso frente al antiguo Rastro Municipal de la ciudad, y las celebraciones pomposas del 3 de mayo día de la Santa Cruz.
Es importante que se creen comisiones de trabajos integrada con personas sensibles, intelectuales interesados en el rescate de todas estas tradiciones que por años se han venido celebrando en esta ciudad. Personas que no busquen protagonismo, sino, el rescate, de lo ya pérdido, al igual la difusión de las celebraciones que aún se conservan como lo son las tradiciones de los moros y cristianos que por años se han celebrado en la localidad, que han estado a punto de desaparecer.
LA PARTESANA
La danza de la partezana es una de las tradiciones que compiten en el tiempo con la danza de los moros y cristianos, esta danza dejó de realizarse hace más de 50 años, y nadie desde ese entonces la ha retomado para que la tradición continúe y no se pierda por simples caprichos de una o dos personas que también han colaborado para que más de alguna de las tradiciones en el pueblo de Apastepeque desaparezca.
Esta danza requiere de destrezas para poder realizar el malabarismo de las lanzas que se tiran al aire en procura que estas caigan con la punta sembrada al suelo que es lo que hace suponer que es la parte sana en donde esta enterrada la cruz santísima.
Esta danza consiste en la recreación de la búsqueda de la santa cruz, por un enmascarado que se hace llamar el Macho Ratón que hace las veces de brujo en busca de la cruz santa.
Por lo general este tipo de danza no tenía fecha exacta de su celebración, más que todas las personas pudientes pedían este tipo de danza para la pasada de un rezo a otra cofradía. Esto significaba un costo que no cualquier persona lo podía costear.
EL BAILE DE LOS MOROS Y CRISTIANOS
También es una de las tradiciones ricas en colorido y bailes que se tienen en la ciudad de Apastepeque que en más de una ocasión ya se han visto interrumpidas por personas carentes de visión cultural, permitiendo así, que la identidad del pueblo sucumba ante la modernización y globalización.
Cuentan sus lugareños que en cierta ocasión, un cura, cuyo nombre nos reservaremos, encargado de la parroquia de Apastepeque, se opuso a que se siguiera celebrando la historia de los moros, desconociéndose las razones. Pasaron como 3 años sin que se celebraran, al irse este, la niña Ignacia Henríquez, hermana del maestro Escultor Francisco Henríquez, decidió organizar nuevamente la cofradía de San Sebastián Mártir y revivir con ella la tradición del baile de los Moros y Cristianos que con mucho entusiasmo se celebran en la ciudad de Apastepeque.
Últimamente también decayó el ánimo de los que celebran esta tradición y esta fue retomada por Salvador Vásquez, que merece mención a través de la historia, porque no permitió se dejara de celebrar la festividad de los moros y cristianos. Lo cierto es que personas como Salvador Vásquez, se sienten plenamente identificadas con el baile de los moros y cristianos, porque él, más que nadie ha participado a la par de hombres muy valiosos para la historia de apastepecana que han sido parte de los moros y cristianos.